Todo el mundo es creativo

Cualquier cosa viene por una idea y esa idea surge en el cerebro. Todos tenemos uno, por tanto, todos somos creativos. Soy consciente de que esto es una reducción bastante simplificadora de la realidad y debe ser matizada convenientemente, así que me explicaré mejor.
Auque la creatividad se ha buscado en todo el territorio cerebral, pienso que no se ha encontrado. Tres razones espero que ayuden a entender mi posición:
- Aunque afirmamos que el hemisferio derecho es nuestro hemisferio creativo, dejando al izquierdo la parte más analítica y seria del pensamiento, la creatividad real se basa en el trabajo de los dos hemisferios. Si bien es cierto que la fluidez de ideas y el pensamiento divergente se dan más en el derecho, es necesaria una parte analítica, más conservadora, más organizada, como lo es el hemisferio izquierdo, donde esas ideas frescas puedan asentarse para darles forma. El pensamiento convergente sucede al divergente para que el proceso creativo sea íntegro y no se quede en una mera tormenta de ideas sin sentido. Como diría Fromm (1963), la primera fase es femenina, mientras la segunda, la del trabajo duro, es masculina. Este es un problema común entre los creativos que confían demasiado en su hemisferio derecho y desprecian el izquierdo. Con todo esto quiero dar evidencia de que la creatividad necesita todo el cerebro para que se manifieste, no sólo una parte.
- Existen tantas formas de creatividad como de inteligencia. El psicólogo Howard Gardner (1983,1993,1995) en su teoría de las inteligencias múltiples, propone que la inteligencia no es una entidad unitaria sino más bien una colección de ocho inteligencias diversas. Por tanto, habría varias inteligencias y cada uno estaría más dotado en una de ellas. Tal como sugiere Gardner con la inteligencia, ocurre lo mismo con la creatividad, es decir, no existe sólo un tipo de creatividad. ¿Cuántas? Si hubiera un número ya no estaríamos hablando de creatividad. La creatividad se reinventa así misma y no deja de sorprendernos. Cualquier parte cerebral puede ser digna de esa chispa, de esa asociación de ideas, de esa curiosidad que hace falta para encender el fuego creativo. Cualquier estímulo puede ser recogido por nuestros sentidos, y debemos saber que existe una parte diferenciada en nuestro cerebro para recoger esos estímulos dependiendo de nuestro sentido receptor.
- La creatividad no puede ser encontrada en el territorio cerebral porque sencillamente no está. No está porque la creatividad no es algo material, es un forma inteligente de pensar. Y esto nos hace darnos cuenta de que al ser una forma inteligente de pensar, no puede estar reducida a un parte concreta, y por tanto necesita de todo el cerebro para poder cumplir con todo el proceso creativo.
En conclusión parece que todo el mundo tiene la capacidad de crear, es una capacidad innata, pero el cerebro se vuelve cómodo a causa de los hábitos de la vida cotidiana. Por eso tenemos que romper esos moldes y trabajar esa creatividad en cualquier área de nuestra vida. El simple hecho de reflexionar por qué hacemos algo o por qué pensamos esto toda la vida, puede que nos lleve a reflexiones diferentes y con ello a territorios hasta ahora inexplorados por nosotros. Con la imaginación podemos ir a dónde queramos, ¡y gratis! A ver quién dice luego que para viajar hace falta mucho dinero.
Autor: Guzmán López Bayarri, quien escribe en Explorando el Kilimanjaro
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Etiquetas: Estudio de la creatividad, Guzmán López